Comparación entre las guías europea 2024 y americana 2025 de hipertensión arterial.
La publicación de las guía europea de la Sociedad Europea de Cardiología (ESC 2024) y la americana de la American Heart Association/American College of Cardiology (AHA/ACC 2025), nos permite la posibilidad de comparar dos versiones potentes en el abordaje de la hipertensión arterial (HTA). Ambas nos dan una base de evidencia que es común y presentan diferencias en matices que reflejan distintos enfoques en la práctica clínica, así como en la estimación del riesgo cardiovascular.
Consenso y puntos en común
Ambas coinciden en considerar a la HTA el factor de riesgo modificable más prevalente y de mayor impacto en la enfermedad cardiovascular y renal. Recomiendan confirmar el diagnóstico mediante la medición fuera de la consulta (home blood pressure monitoring [HBPM], y ambulatory blood pressure monitoring [ABPM]) y remarcan la importancia de realizar un abordaje multifactorial donde los cambios del estilo de vida, control del peso, realizar una dieta saludable, moderar el consumo del alcohol y manejar el estrés, representan un pilar fundamental. De igual forma, existe consenso en el inicio del tratamiento con combinaciones a dosis fijas en pacientes con HTA grado 2 y el uso de inhibidores del sistema renina-angiotensina (IECA o ARAII) cuando hay enfermedad renal crónica con albuminuria. En el embarazo, recomiendan iniciar tratamiento en > 140/90 mmHg, con labetalol y nifedipino y evitar fármacos fetotóxicos como IECA, ARA II y atenolol.
Diferencias principales
Las diferencias más relevantes son en la definición de los objetivos terapéuticos y en el umbral de inicio del tratamiento farmacológico. Las guías AHA/ACC 2025 establecen una meta universal de <130/80 mmHg para todos los pacientes, en cambio las guías ESC 2024 proponen un rango de 120–129/70–79 mmHg siempre y cuando sea tolerado, aceptando la filosofía as low as reasonably achievable (ALARA). Para iniciar tratamiento, la guía americana recomienda utilizar la nueva calculadora de riesgo PREVENT® y el inicio de la terapia farmacologica a partir de 130/80 mmHg en pacientes que presentan enfermedad cardiovascular, diabetes, enfermedad renal crónica o riesgo ≥7,5% a 10 años; en las categorías de riesgo más bajo, plantean primero la intervención no farmacológica durante 3–6 meses. La guía europea, en cambio, se decanta por utilizar la herramienta del SCORE2/SCORE2-OP y SCORE2-Diabetes, lo que permite una estratificación más precisa en la estimación de riesgo absoluto y reserva el inicio precoz del tratamiento farmacológico para pacientes con alto riesgo absoluto o daño orgánico asociado, incluso con cifras en rango elevado.
Novedades
La guía AHA/ACC plantean un cambio en ciertos paradigmas. Uno de ellos es que sustituye el término “urgencia hipertensiva” por “hipertensión severa” (>180/120 mmHg sin daño de órgano) y desaconseja la reducción brusca de PA en hospitalizados sin daño agudo. Además, recomienda realizar un cribado de hiperaldosteronismo en todos los pacientes con HTA resistente, incluso sin hipopotasemia, señalando que la mayoría de fármacos pueden mantenerse en el cribado inicial salvo antagonistas mineralocorticoides.
Otro punto es que desaconseja el uso de dispositivos sin manguito (smartwatches, pulseras) para diagnóstico y seguimiento, subrayando la necesidad de mediciones validadas. Por último, establece objetivos específicos en situaciones neurológicas: mantener PAS entre 130–139 mmHg en la primera semana tras una hemorragia intracerebral, y recomendar PAS <130 mmHg para prevenir deterioro cognitivo y demencia.
En conjunto, las guías muestran una notable convergencia en principios y estrategias generales, la americana enfatiza la simplificación (objetivo universal <130/80mmHg) y la incorporación de innovaciones metodológicas y tecnológicas, mientras que la europea ofrece un enfoque más flexible, centrado en la individualización según riesgo absoluto y tolerancia. Más que divergentes, ambas guías se complementan y ofrecen al clínico un abanico de estrategias que bien integradas, enriquecen la práctica clínica global para mejorar el control de la HTA y su impacto cardiovascular.
Referencias
Williams B, Borghi C, Coca A, et al. 2024 ESC Guidelines for the management of arterial hypertension. Eur Heart J. 2024;45(32):3413-3519. doi:10.1093/eurheartj/ehae197
Jones DW, Ferdinand KC, Taler SJ, et al. 2025 AHA/ACC/AANP/AAPA/ABC/ACCP/ACPM/AGS/AMA/ASPC/NMA/PCNA/SGIM Guideline for the Prevention, Detection, Evaluation, and Management of High Blood Pressure in Adults. Circulation. 2025;152:e1-e00. doi:10.1161/CIR.0000000000001356
Enlaces
https://academic.oup.com/eurheartj/article/45/38/3912/7741010
https://www.ahajournals.org/doi/10.1161/HYP.0000000000000249
Comentario por:
Dra. Adriana Puente García
Servicio de Nefrología. Unidad de HTA y Riesgo Vascular.
Coordinadora del Comité de HTA.
Hospital Universitario de Fuenlabrada.
- Hipertensión arterial
- Dra. Adriana Puente García. Servicio de Nefrología. Unidad de HTA y Riesgo Vascular. Coordinadora del Comité de HTA. Hospital Universitario de Fuenlabrada.